¿Qué tal gente lectora? Espero
estén pasando unos instantes muy buenos, porque yo sí. Comenzaré diciéndoles
que aún no me acostumbro a tener tan continuamente algún relato sobre el cual
compartirles en este espacio y creo que en gran medida se debe a mi escuela y
las cosas que la rodean.
En esta ocasión les quiero
relatar sobre una experiencia muy simple que viví hace cómo dos días:
“…Yo me encontraba en un camión de camino a
casa después de una semana de escuela; si enumeráramos los asientos de mayor a
menor de izquierda a derecha comenzado por el conductor (filas de 4 asientos
divididas por en 2 por el pasillo), yo estaba en el número 14.
Llevaba un libro leyendo así que no note el momento
en que una persona con guitarra y sombrero subió al auto bus. Después de la
salida de la central calculo que pasaron 20 min hasta que me di cuenta de la
presencia de esta persona y fue porque comenzó a tocar una canción.
Era un hombre de como 25 años, test morena clara,
usaba una camisa fajada cuyo color vagamente recuerdo, creo que era blanca con
líneas delgadas color rosa, medía aproximadamente 1.55 m, tenía una cara
redonda, casquete muy corto de los flancos y medio corto en la parte central de
la cabeza (lo note cuando se quitó el sobrero, si no hubiese jurado que tenía
la cabeza afeitada totalmente).
Lo recuerdo bien porque me llamó la atención una de
sus canciones, sin embargo no tanto así recuerdo la letra; relataba algo como
la vida de un hombre justo que iba por el mundo ayudando a la gente pobre y
humilde y que despreciaba a la gente rica. A las canciones que le siguieron no
les puse tanta atención y por fin este sujeto termino de tocar y pidió unas
monedas que “no afectarán nuestros bolsillos”.
Quiero aclarar que en esa semana que había pasado
el costo de mis proyectos habían hecho que empeñara hasta los órganos vitales para
poder comprarlos; admito que consideré
mucho el darle tan solo un poco de dinero, tanto así que cuando me pido cooperar
le dije que me disculpara, que ya no tenía dinero, y el siguió su camino entre
asientos y me puse a reflexionar.
Me sentía culpable por no haberle ofrecido nada, después
de todo sin él no tendría nada que relatar, así que saque de mi cartera $1.50,
me levanté, se los entregue y después me lleve una gran sorpresa.
Esperaba algo más que una cara de desprecio cuando
le entregue las monedas, esperaba un gracias o por mínimo una sonrisa, algo que
demostrará que estaba feliz con lo que yo le había dado, pero no, en cambio
solo se me quedo grabado su rostro lleno de indiferencia (supongo que haberle
entregado un billete hubiese dibujado algo más en su cara), y así regrese a mi
asiento como devuelto por un golpe …Y entonces eche a volar mi loca mente con
este cegador chispazo que la vida lanzo por un instante…”
Antes que nada quiero decir que
la parte central de este relato fue la
canción que este hombre tocó, probablemente la única razón por la que escribí
esto es por ella. No sé si el que la
tocó fuese el autor o si alguien más la escribió, pero de lo que estoy seguro
en un 200% es que esa canción es de una mente mexicana. Podría apostar que el
90% de la población en México apoyaría la balada.
Pensémoslo ¿Por qué defiende a los pobres y odia a
los ricos? ¿Acaso solo los pobres son buenos y los ricos son malos? ¿Porque yo
(y no sé ustedes) me sentí identificado con la letra? De algún lado salió ¿de
dónde?
Por desgracia en mi amado país las personas
ricas suelen hacerse aún más ricas haciendo más pobres a los que ya son pobres
(suena a una maldita espiral, lo sé) y el sistema esta tan perfectamente
alineado para que las leyes no se apliquen a estos “consumidores terciarios” y
afecten más a la ya de por si población en desventaja.
Los crímenes sin castigo y causas sin consecuencias
me hacen recrear en la mente algo así como un tipo de cadena alimenticia, pero
que en este caso representa la situación de México.
Veamos, imaginen una lámina de la cadena
alimenticia (que agradezco todos han comprado alguna vez), en el paisaje nos encontraremos
primero a los productores (que por lo general son representados por bacterias y
platas) estos serían los impuestos del propio pueblo, le siguen los
consumidores primarios (animales herbívoros
que se alimentan de los productores, como los siervos) que
representarían el pueblo en sí, los consumidores secundarios serían los
diputados (animales que devoran a los consumidores primarios que mueren, como
lo son los buitres) y en la cúspide los consumidores terciarios (que haciendo
una modificación sería animales que comen desde productores hasta propios
consumidores terciarios, un despiadado
animal omnívoro, que bien podría representarse por un humano) ,los “altos”
políticos como gobernadores, el presidente u otros burócratas más astutos que
no se dan a conocer.
Si se preguntan quién es el creador de esta cadena
les puedo decir que no fue la naturaleza precisamente.
Digamos que en un universo paralelo existe otro
dios el cual controla la cadena que acabo de inventar, por desgracia su puesto
fue tomado por un candidato que compro los votos de los otros consumidores, y
por si la corrupción fuera poca cosa este representante antes pertenecía al
grupo de los consumidores terciarios, entonces yo me planteo ¿será tan
bondadoso este nuevo dios de tal suerte que ayude a los pobres consumidores
primarios a ser algo más que bultos mal alimentados que solo servirán como
alimento?
Si existe algo que agradezco es que el puesto de
dios no se puede elegir en mi país.
Tal vez me equivoque, o tal vez no, pero podría
apostar a que este representante divino apoyaría de una y mil formas a los
miembros de su calaña creando leyes naturales que solo se aplicarían a los
otros grupos excepto al suyo y obligando a los consumidores primarios a reducir
su consumo de productores para que los consumidores terciarios el alimentarse
sea una tarea tan simple que cazar ni se contemple, las pobres presas tontas,
agobiadas y confundidas entrarían sin más a la boca del cazador porque
pensarían que existe más honor en morir que en enfrentar a esa minoría en una
gran manada que fácilmente podrían formar… claro sigo hablando de animales
solamente.
¿Por qué estos consumidores primarios que forman la
parte central y óptima de mi cadena (sin ellos no existirían los productores)
permiten que solo una minoría sea la que sale beneficiada de todo el sistema?
¿Acaso no se han dado cuenta de la importancia de su papel? Bien (y vaya que
muy bien) podrían existir sin la necesidad de los productores sucesores y más
sin en cambio los terciarios no podrían sobre vivir solos. En el caso lógico el
grupo de los productores primarios deberían ser los que llevarán la ventaja de
esta situación ¿Qué les hace falta? Vaya que todo lo anterior parece un mal
chiste pero eso pasa cuando un solo animal juega a ser el dueño de un sistema.
Ahora quiero volver a donde empecé. Cuando este
hombre terminó de tocar su canción yo miraba por la ventanilla e imaginaba a un
siervo algo desnutrido, el cual acababa de escapar de su muerte un día más y que caminaba con cierto pesar buscando comida,
era muy claro que se encontraba enojado e impotente por su situación, entonces desesperado chilló una balada que le hacía
sacar esa opresión que él sentía.
Pero si eres un siervo mal agradecido que escupe a
lo poco que otros le entregan puede ser que en realidad merezcas ser alimento
de leones.
Ese es mi punto, no es malo ser pobre si eres
humilde, es malo ser pobre si eres tan cretino como alguien mal adinerado porque
en ese caso la única diferencia entre tú y ellos será el dinero.
Poner animales salvajes en esta situación no
representa del todo al fenómeno que vivimos (la inocencia de un animal compensa
las acciones que realiza, de hecho creo que los insulto al querer compararlos
con personas corruptas) pero lo que me sorprende es que la evolución apunta a
que nosotros, las personas deberíamos ser mejores animales pero solo indica que
somos predadores aún más despiadados y peligrosos.
Y eso es lo que ese día yo escuche, el chillido en
un siervo que obligado a encontrar comida compartió esa impotencia con alguien
más, si tan solo de su situación hubiese aprendido a ser humilde, entonces
tendría una esperanza de salir de ese hoyo, pero bien les apuesto que si sigue
así, siempre hará lo mismo… chillar y nada más. Pues aquí termina el relato de
esta loca mente, espero haya sido de su agrado y ojalá sigan leyéndome.
Cuídense y recuerden que los quiero :3
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