Siendo muy franco no sé cómo
rayos empezar esto, tampoco sé cómo terminarlo, pero si sirve de consuelo tengo
una buena visión del que poner en medio.
En el momento en que comencé a escribir esto
me hubiese encantado decir que me sentía conforme con lo que en esta vida había
conseguido, que soy una persona realizada total y completamente, que mis virtudes compensan por lo menos una
gran parte de mis defectos y que lo más atroz y conglutinante de mi vida ya han
pasado y ahora solo retozo en paz... pero ciertamente eso sería mentir; nadie
nunca estará conforme con lo que tiene sino hasta que muere, nadie se realiza
totalmente en una sola vida, las virtudes son poderosas, pero también lo son
los defectos, y la vida no tiende al interés sin su pavorosa incertidumbre del
mañana.
No quiero decir que todo lo que he logrado no valga
la pena, porque hacerlo significaría subestimar un gran esfuerzo, pero al estar
en una situación tal que en vez de estar aprendiendo algo importante frente a
alguien que debería ser un buen maestro, me ocupe de escribir un blog, me
deprime. Saber que mis acciones podrían cambiar esta situación apunta que yo
soy la principal causa de lo que me estoy quejando, entonces se podría decir
que me siento así no por lo que los demás hacen incorrecto, sino por lo que yo
no hago para evitarlo.
En fin hoy ese no es mi punto, divaguemos. Por lo
menos esta ocasión no charlaré sobre esto, ya tengo suficiente con este problemita
5 horas a la semana lunes, miércoles y viernes, cualquier otro día puedo
escribir sobre ello. Entonces platicaré un poco sobre mi lírica.
Me considero alguien que escribe
de forma sólida y metafórica (si con solido todos piensan en la dureza de un
ladrillo de plastilina seco) la gran mayoría de ocasiones comparo situaciones
que relato con otras cosas que tal vez no tengan nada que ver con ello. A mi
parecer metaforizar es hablar en el lenguaje que refleja que somos y hacemos, por
eso el panadero habla de harina, el carpintero de madera y los políticos mienten;
por mi parte yo simplemente hablo de metáforas. Me parece mucho más entretenido
relatar sobre esa relación universal que une a todas las cosas entre sí porque
demuestra que por más que dialoguemos, parafraseemos, debatamos, expliquemos,
comprendamos, etc. siempre estaremos hablando de una misma cosa, la relación
universal que todos los entes guardan unos con otros.
Un profesor me enseño que todas
las cosas no son más que simples referencias, direcciones de donde pertenecen
nuestros pensamientos y características, somos contenedores de contenedores y me encantaría explicarlo en una muy bonita y
bella metáfora:
“… Suponga que en alguna ocasión
aleatoria en el universo una persona se encuentra caminando por una ciudad y
topa con un edificio bellamente construido y diseñado que le atrae y fascina
mucho, tanto que decide buscar a su diseñador (yo supondré un Ing. Civil),
entra a la construcción y encuentra en una placa en la entrada del edificio el
nombre grabado del constructor haciéndole un honor a su diseño ( suponiendo que
se debe a que el dinero que le pagaron no remuneró esa parte emocional ) se da
cuenta que el creador no vive muy lejos de donde él se encuentra y decide ir a
visitarlo. Al llegar a su hogar, el admirador lo saluda y le explica el porqué
de su visita, y le pide que le detalle
cómo fue que construyo dicho el edificio, el diseñador lo hace pasar a su casa
y le afirma que su formación profesional fue la base para crear la obra, y hace
énfasis en la enseñanza de un profesor específico de su carrera. Este admirador
sale de la casa del Ing. y ahora decide ir rumbo a la escuela donde el creador
del edificio estudio y busca al profesor. Lo encuentra y le pregunta millones
de cosas sobre los diseños, figuras y estándares de la construcción, el
profesor le explica algunas de ellas, y le recomienda un libro que el maestro
uso para aprender en sus tiempos de estudiante. Esta persona supongamos que es
muy perseverante y va por el libro. Lo encuentra, lo hojea y nota que el libro
indica que muchas de sus tendencias las toma de la filosofía de William Morris
(un arquitecto ingles muy famoso) lástima que ya murió porque de seguro el
admirador hubiese ido a su casa… paradigma: ¿de dónde aprendió William lo que
sabía para crear esta cascada de influencias?...”
Supongamos que seguimos con el
tren de esta metáfora y que decimos que William aprendió de un maestro o un
libro, o una observación (que es el único ejemplo que no simulé). Si tienen la
sensación de perseguir a un hilo para comenzar con otro, entonces se sentirán
como yo. ¿De dónde viene el conocimiento entonces? Si volvemos a lo de los “contenedores
de contenedores” tal vez ahora se entienda un poco más a que se refería mi
maestro.
No somos más que vértices en donde
converge algún tipo de información que ya proviene de otro lugar, sin embargo
casi nadie lo ve de esa forma, muchos pensamos en la información como un objeto
creado, algo que aprendimos de alguien en quien surgió, cuando en realidad ese
alguien es el mismo vértice que nosotros representamos.
Ahora solo tengo una pregunta que
tal vez no pueda responder ¿Cuál es el principio de todos esos vértices? ¿Existe
algún principio siquiera? No lo sé, y no creo que alguien lo sepa, por tanto
puedo decir que es Dios… ya después platicaré un poco sobre Él también.
Eso fue todo lo que con esta loca
mente logre desarrollar, espero lo interpreten como yo lo hice, gracias por leer el blog. Cuídense y
recuerden que los quiero :3
El principio de los conocimientos comienza con la experiencia empirica de los que comenzaron a tener las dudas del porque de las cosas y como crearlas o como mejorarlas
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